El Premio Nacional de Artes Plásticas 2021, antes de trabajar con la piedra, incluso mucho antes de estudiar en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, fue un aventajado estudiante de filosofía y humanidades con estudios de filosofía. Un dominio que le ha permitido explayarse en una obra con hondo sentido ético, estético y teórico. “Los artistas somos como ingenieros del alma”, ha dicho. Creador de piezas monumentales, desde puentes colgantes para la ciudad de Toronto hasta una mesa para su propia casa taller en el cajón del Maipo, su impronta es considerar que los puentes hablan de la gran evolución del hombre y su entorno.
En sus palabras: “Un caballo es un puente que camina sobre cuatro apoyos en la tierra. Un buque es un puente boca arriba que se mueve sobre el agua. Una balanza es un puente en equilibrio Un arco de piedras es un puente que existe por su propio peso. Un puente giratorio tiene mil entradas y mil salidas y se mueve sobre un eje central. Un pez es un puente de estructura elástica cuyos pilares de apoyo en el agua cambian constantemente. Un puente levadizo es una puerta que se cierra levantándose. Una pluma es un puente entre el viento y el vuelo, pero la estructura interna de una pluma tiene en su interior, arcos, serruchos y espadas. Un remo es un puente entre el brazo y el agua. El arcoíris también es un puente de luz”.
Por: Alfredo López Jimenez
Fotos: Diego Bernales Romero
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