La pintora que llegó a Chile como una adolescente refugiada para huir de la Guerra Civil Española, murió a los 98 años.
Por Alfredo López J.
Pintora, dibujante y grabadora, nació en Barcelona en 1923 y desembarcó en Valparaíso a los 16 años a bordo del Winnipeg, un barco que logró cruzar los mares gracias a la gestión de Pablo Neruda y donde también viajaba José Balmes.
A su llegada entró a la Escuela de Bellas Artes en Santiago, donde realizó estudios libres hasta 1942 y fue discípula de Pablo Burchard e Israel Roa.
En 1947 formó parte del Grupo de Estudiantes Plásticos (GEP) junto a José Balmes, Gracia Barrios, Guillermo Núñez, Juan Egenau y Gustavo Poblete, entre otros. En 1957 ingresó al Taller 99, creado por Nemesio Antúnez.
Su obra se enfocó en lo social, criticando y denunciando las injusticias, la crudeza de la guerra y la fragilidad de la vida. En cuanto a la técnica, mezcló materiales poco convencionales como diarios, fotografías y fotocopias.
Roser Bru recibió en 2015 el Premio Nacional de Artes Plásticas. Hasta hace muy poco seguía activa y en noviembre de 2020 expuso una serie de grabados en el Museo Reina Sofía.
Su obra, según los teóricos del arte, se enmarca en el informalismo abstracto, al menos en una primera etapa (1960 - 1973) y luego, en una segunda etapa (1973 - 1988), por un interés de inmortalizar los conflictos políticos y sociales por los que atravesaba el país.
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